Vender para un fotógrafo puede llegar a ser una experiencia casi traumática, pero gran parte del problema está en la postura que el propio fotógrafo tiene ante la venta.
A lo largo del artículo veremos varios puntos que son necesarios tener en cuenta cuando hablamos sobre ventas en fotografía y que te harán abrir los ojos.
Te reto a que hagas un ejercicio de autocrítica y reflexión y después de estos consejos aprenderás a disfrutar de las ventas como algo que te ayudará a tener un negocio más próspero como fotógrafo.
VENDER ES MALO
Esta es la percepción que habitualmente puedes tener ante la venta. Y es que resulta que debido a las malas prácticas de algunos “profesionales” existe una connotación negativa cuando se habla de ventas.
Estoy seguro que te estás acordando de aquel vendedor pesado de alguna tienda que te preguntaba constantemente si te puede ayudar, sin haberlo solicitado.
O peor aún, cuando vas por la calle y alguien de repente se aproxima intentando venderte algo de manera muy agresiva.
Pues bien, esto es algo que no te gusta y que no quieres, y seguramente sea en lo que pienses que tienes que hacer a la hora de vender tus servicios a tus potenciales clientes.
Nada más lejos de la realidad, aunque esas técnicas de ventas se usen no significa que no haya otras que puedes usar y que no hagan sentirte mal por vender.
MIEDO A VENDER
Otro de los motivos por los que puede ser que tengas un rechazo a vender es que, consciente o inconscientemente, tengas miedo a vender.
Responde sinceramente a la siguiente pregunta: ¿Cómo te sientes con respecto a la venta?
Puede ser que tengas miedo al rechazo, miedo al ridículo.
Te encanta hacer fotos, te encanta que el cliente esté feliz con sus fotos, pero te aterroriza el momento de la venta.
Déjame decirte que sin venta va a ser imposible tener un cliente feliz, porque simplemente no va a existir dicho cliente, como mucho, un potencial cliente que no terminó de contratarte.
Eso además te va a generar frustración que si se va acumulando constantemente puede ser que termine con tu negocio y te haga desistir de continuar como fotógrafo.
Ya Rafa, pero ¿Qué hago si no me gusta vender? ¿Cómo hago para superar el miedo a las ventas?
Simplemente cambiando tu mentalidad y la percepción que tienes ante las mismas.
EL CAMBIO DE MENTALIDAD
Si adoptas la mentalidad correcta estoy seguro de que dejarás de ver la venta como algo negativo y la relación con respecto a tu producto, a tus clientes e incluso al dinero cambiará drásticamente.
Vender es ayudar. Así de claro y así de simple.
En el momento en el que entiendas esto, tu visión de las ventas cambiará y sólo querrás generar oportunidades de venta para ponerlo en práctica.
Si piensas que tu futuro cliente va a obtener un beneficio real después de trabajar contigo es muy probable que te sientas bien por ayudar a ese cliente.
Realmente, a los clientes les encanta comprar pero no le gusta que le vendan, y estoy seguro de que a ti te pasa exactamente lo mismo.
Comprar algo que nos va a ayudar a ser más felices, nos va a dar más bienestar o incluso nos va a ayudar a generar un poco más de ingresos es siempre una experiencia positiva.
Aprovecha este cambio de mentalidad para afrontar de una forma positiva a la venta.

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EMPIEZA POR SER TU MEJOR CLIENTE
Vamos a hacerlo práctico. Imagina que en breve tengo que viajar a tu ciudad y necesito que me des algunas recomendaciones sobre dónde comer y te pregunto: ¿Cuál es tu restaurante favorito?
Seguramente tengas un restaurante en mente, y después te pregunto: ¿Y por qué te gusta tanto ese restaurante? Intenta anotar todas las cosas buenas que dices de ese restaurante.
Imagina que ese restaurante es tan bueno, que piensas que sería estúpido por mi parte ir a tu ciudad y no ir a ese restaurante.
Ahora te pregunto, ¿Cuánto te paga ese restaurante por recomendarselo a otras personas? Seguramente nada ¿Verdad?. Entonces, ¿por qué lo haces?
Y aquí viene la cuestión. Si haces eso con un servicio ajeno, ¿Por qué no haces lo mismo con tu propio servicio? ¿Por qué no te recomiendas como si fueras tu mejor cliente?
Tienes que llegar al punto de creer tanto en tu producto, en tu servicio, que a la hora de hablar con un potencial cliente creas que el cliente sería estúpido si no te contratase, porque eres su mejor opción.
CREE EN TU PRODUCTO Y EN TU SERVICIO
Todo esto no sería posible con un mal producto. O mejor dicho, sería posible, pero no recomendable.
Es decir, si recomiendas un producto en el que no crees 100% corres el riesgo de que quedes mal ante la persona a la que se lo recomiendas, y no querrás pasar esa vergüenza.
Es por eso que antes de llegar a querer vender tu producto tienes que llegar a confiar en tu producto. La confianza, al igual que el miedo, los clientes la huelen, por tanto, trabaja sobre ella.
NO TE LO TOMES DE FORMA PERSONAL
La venta es algo que puede llegar afectar psicológicamente. Básicamente por lo que comentábamos al comienzo del artículo, el miedo al rechazo.
Mi recomendación en este aspecto es que si, aún haciendo todo bien, no terminas vendiendo tu servicio, no te lo tomes de manera personal.
Hay muchas razones por las que un potencial cliente termina no comprando y a veces no tiene nada que ver ni contigo ni con tu producto.
Simplemente preocúpate de hacer bien tu parte que ya verás que todo mejorará.
Me encantaría conocer tu punto de vista respondiendo a la siguiente pregunta en los comentarios:
2 comentarios
Mi mayor reto es recibir el valor justo de mi trabajo monetariamente hablando, concidero que ofrezco un buen producto de alta calidad pero los clientes no valoran ese esfuerzo, pero se que es un proceso y tengo que saberme llegar a otros potenciales clientes que si sean capaces de pagar por calidad y no cantidad
muy buen contenido!